17 julio 2012

Trincheras del siglo XXI (V)

¿Cuando se reconoce una tragedia? 

Una tragedia es reconocida como tal cuando cualquier situación que se cree en las manos adecuadas se descontrola por el error de no haber sometido a los herederos de la salvación a la prueba del suero de la verdad. 

¿Estamos viviendo una tragedia? 

 Inevitablemente lo estamos, cuando las actuaciones condicionan la salubridad de todas las bases y necesidades de un país. Cuando la solución se busca creando una injusta solución social y no yendo al punto que origina el problema, utilizando el ilusionismo para crear en los demás la creencia de que ellos han causado un seísmo económico que obliga a tomar medidas que los han de hacer, por justicia, mas pobres, incultos y dependientes. "Si das las mismas opciones de crecimiento, corres el riesgo de perder tu estatus de poder pero, si, eres capaz de convencerlos de su incompetencia para los asuntos vitales, entonces, creas una dependencia de los demás hacia ti"

El punto concreto, el epicentro del desastre, a vista de todos, que es como una estrella brillante en la total oscuridad, es para quien utiliza la política, netamente distinto. Cuando quien lo dirige atenta contra los pilares básicos de un hogar. Cuando un ciudadano confía en un político y este la utiliza para un objetivo distinto al que fue elegido se pierde algo mas que confianza, se pierde el respeto a creerle. Es aun peor cuando, además, se cree el elegido divino. Esta persona puede perder sentido de la autocrítica, de la realidad, como en la parábola del León y el elefante. 

¿Como se le demuestra a la luz que existe un contra punto: la oscuridad? 

Es complejo que quien camina sobre las aguas entienda la realidad de los que en ellas se ahogan.

Hoy, tras esta parrafada, quiero abrir una rendija a la esperanza, y no es precisamente a la Aguirre. Hoy las noticias traen vientos de esperanza, o eso quiero creer. El poder judicial pide rectificaciones al estado, el ejercito también, los policías se manifiestan, los bomberos... Ya no son solo los sanitarios, los maestros, que va, todos los servicios públicos, pero, ¿cuando los parados, cuando los trabajadores, cuando los políticos de bien, que se que los hay? 

Desde mi trinchera os escribo y alerto que todo enfrentamiento ha de ser en beneficio del prójimo pues, pensar en uno mismo no es mas que lo que están haciendo los que ahora nos gobiernan, nos convertiríamos en parte del problema y no en parte de la solución. 

P. D. Hoy han detenido por un tiempo a una mujer, extremadamente peligrosa, de cincuenta y muchos años, su peligro: manifestarse delante de los policías.

¡¡¡Que huevos!!!

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